Llegan buenas noticias desde Bruselas. Sí, esa ciudad de la que tanto vamos a oír hablar durante estos días de (muchas veces aburrida, salvo honrosas excepciones) campaña electoral.
En esta ocasión, sin embargo, lo que nos ocupa no tiene que ver con las elecciones, sino con la sostenibilidad.
El Parlamento Europeo aprobó el 23 de abril un informe sobre la reforma de la directiva sobre eficacia energética de los edificios. El tema es serio, ya que hoy en día las casas en las que vivimos y trabajamos son responsables de nada menos que del 40% de la energía consumida en nuestro continente y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. El potencial en cuanto a ahorro de emisiones de CO2 es, pues, enorme.
El informe parlamentario propone, entre otras cosas, que todos los edificios que se construyan a partir del 2019 en la UE sean de “energía cero”, es decir, capaces de generar la misma cantidad de energía que consumen. Esta fecha será 2016 para los nuevos edificios públicos.
Pero no hay que olvidar que los edificios nuevos son sólo un 1% del total. Así que hay que poner mucha atención a las viviendas viejas que son renovadas. En este sentido, la Eurocámara solicita que cualquier edificio que se someta a renovaciones sustanciales -de mas del 25% de su superficie- debe incorporar estándares de eficiencia energética (mientras que la antigua Directiva establecía que sólo los edificios de más de 1000m2 deberían acogerse a estos estándares).
Lo que sucede, claro, es que renovar nuestras viviendas para –por ejemplo- aislarlas correctamente y evitar que malgasten energía, cuesta dinero. De ahí que el Parlamento demande también que los países de la UE puedan destinar a medidas relacionadas con la eficiencia energética hasta un 15% de los fondos de desarrollo regional.
Hay que decir, sin embargo, que estamos sólo en la mitad del camino: el informe que se ha aprobado el Parlamento debe ser debatido por los Estados miembros de la UE, y –siendo realistas- hay bastantes posibilidades de que sus demandas se “revisen” a la baja, ya que entre los 27 hay muchas sensibilidades diferentes: los países nórdicos (con Suecia, que presidirá la Unión desde junio a diciembre, a la cabeza) son claramente partidarios de una perspectiva más “verde”, mientras que para los Estados del Este, sumidos en lo más crudo de la crisis económica, las prioridades son otras.
España, que presidirá la UE tras Suecia (a partir del 2010) debería dar ejemplo de proactividad y subirse al carro de las ambiciosas demandas parlamentarias. No olvidemos que las medidas destinadas a promover eficiencia energética –en el campo de la construcción, sobre todo- genera puestos de trabajo, y de eso andamos necesitados…
Edsta información ha sido facilitada por Andoni Hidalgo al que podreís ver el miércoles 10 de junio a las 18:30 en la Casa encendida impartiendo la conferencia "Politica Europea de Energía" y más tarde, a las 20:30 formando parte de la mesa redonda "Mirando el futuro con energía" en Casa de Vacas del Retiro.
viernes, 8 de mayo de 2009
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